Supongamos que tu meta, tu mayor deseo es ser actor o actriz. Has estudiado, sabes a qué puertas debes tocar, te motiva verte subido a un escenario, tienes un plan sobre como llegar a conseguir tu primer papel.... pero.... algo te impide moverte.
O puede ser que para avanzar a nivel profesional, debas pararte delante de 10 o 12 personas en una junta directiva pero te la pasas autosaboteando tus oportunidades de ascender.
O eres un/a excelente poeta, te encantaría recitar tus obras, tus poemas de amor serían la delicia de quienes los oyeran... pero no te animas a dar el paso para que esto suceda.
¿Qué te parece que tienen en común estos tres objetivos?
Cuando el miedo al ridículo nos paraliza, nos impide avanzar, crecer y llegar a ser esa persona que seríamos si usáramos todo nuestro potencial. En la vida, desde la infancia, todos hemos sido alguna vez el blanco de las burlas o risas de los demás. Cuando tenemos la suficiente autoconfianza, lo sobrellevamos sin más complicaciones. En cambio, hay personas que generan una fobia paralizante.
¿Desde cuando tengo miedo?
Por lo general, nuestros miedos, vienen de lejos. Quizás no recordemos el momento exacto en que decidimos que no nos expondríamos más al juicio de los demás. Precisamente esta es la causa del miedo al ridículo: haber recibido excesivas críticas, duros comentarios sobre nuestro comportamiento, burlas indiscriminadas por nuestra forma de vestir o hablar... Si de pequeño no hemos recibido las "afirmaciones" necesarias para contrarrestar las nunca ausentes burlas, si al ir llorando por las humillaciones recibidas, en lugar de recibir amor por parte de nuestros padres o educadores, recibimos un: ¡NO SEAS TONTO! Encima de humillados, nos sentimos ahora TONTOS!!! Y el paso siguiente es recluirnos en nosotros mismos, para evitar la crítica y la humillación, y todo esto deriva en una baja autoestima.
¿Qué queremos evitar?
- que la gente se ría de nosotros,
- hacer algo fuera de lugar (de acuerdo a lo que nosotros creemos que los demás considerarán fuera de lugar)
- ser tomados por tontos o ignorantes
- ser juzgados por los demás
- que no lleguemos a gustarle a todo el mundo
- quedar expuestos por un error o risa a destiempo
- llamar la atención de los demás.
¿Cómo evitarlo?
- Primero que nada, debemos ser conscientes, que las demás personas, tienen sus mentes llenas de sus propios problemas. Nosotros no somos su centro de atención. La gente va caminando mirándose el ombligo!!! Por lo tanto... te propongo que te sientes en una plaza, y hagas una prueba. Ponte dos calcetines de distinto color. Uno rojo y uno verde. No valen dos de colores muy parecidos!!! Anímate!!! Verás que si te sientes incómodo, siempre puedes comenzar a caminar, y tus pantalones ocultarán tus calcetines!!!! :-) Y el objetivo de este experimento, es: estar sentado en una plaza, con una pierna puesta sobre la otra, dejando que se vea la diferencia de colores de tus calcetines. Quédate así media hora, y en una libreta, apunta cuánta gente se detuvo a mirarte, cuántos te miraron sin detenerte, y cuantos ni siquiera te miraron...
- En la vida, la gente se ríe de distintas cosas. Y se ríe por distintos motivos. Esos motivos muchas veces están dentro de su mente!!! Tu bien podrías decir simplemente, Hasta Luego, Lucas, y que la otra persona se partiera de la risa, porque le recuerda a un conocido cómico que usaba esa muletilla!!! Nunca sabrás ni podrás controlar TODOS los motivos por los que los demás se ríen... por eso... prueba con alguien que tengas confianza, e intenta comenzar a hacerle reír. Dile que quieres que NO se ría. Pero busca un arsenal de chistes bien graciosos a los que no se pueda resistir. Reúnete con ese amigo una vez por semana... Simplemente para reír!!!
- Otro ejercicio que puedes hacer, por ejemplo, si estás en un atasco, en la cola del cine, en la sala de espera donde haya mucha gente..... Mira a los demás.... disimuladamente, y anota mentalmente todas aquellas cosas graciosas, cómicas, ridículas, extravagantes.... y siguen tan tranquilos!!!! Procura ver que es natural que la gente se enfrente a situaciones de este tipo, sin tan siquiera mirar a los lados para ver si los demás los estánseñalando con el dedo!!!
- Otra forma de solucionar este miedo, es visualizar una situación en la que nos sentimos treméndamente ridículos. Relajadamente, sol@, cierra los ojos y recuerda esa situación. Nadie más que tú la está viendo, no puede hacerte daño porque forma parte del pasado, no puede verla nadie más. Entonces, analiza, qué fue lo que te hizo sentir mal. ¿Diste un traspiés, te dio hipo cuando todos estaban en silencio, te preguntaron tu opinión y tartamudeaste? Entonces, visualiza esa situación y hazle algunos cambios. Por ejemplo imagina que todos los demás van vestidos de payasos, o que todos tienen hipo a la vez. Y ahora. RIE!! RIE!!! EN VOZ BIEN ALTA, A CARCAJADAS!!!
- Y finalmente, imagínate una situación en la que te equivocas, en la que normalmente te sientes mal, y en lugar de "elegir" ese comportamiento, elige, en tu mente, con todos los detalles que puedas ver, comportarte de otra forma.Reírte de la situación, no dar explicaciones, no pedir disculpas, no asumir que eres un fantoche. Prueba todos los comportamientos nuevos que te puedas imaginar, a todas las situaciones que en el pasado te hacían sentir incómodo, te paralizaban. Así tu mente tendrá nuevas formas de comportamiento para usar en esos momentos!!! Ejercitándote a diario, lo superarás!!!
La mejor medicina contra el miedo al ridículo es aprender a reírnos de las situaciones, aprender a reírnos de nosotros mismos. Reprimirse es dañino para nosotros, tanto a nivel emocional como a nivel físico!!! Por eso... Te sugiero queaceptes, que alguna vez los demás se reirán, que alguna vez tropezarás, que alguna vez te agarrará hipo.... la vida, es lo que tiene.... no podemos controlar todo lo que nos pasa, y paralizarnos, evitar esas situaciones NO ES LA SOLUCIÓN!!!
Viki Morandeira - Sobre el Autor:Coach Personal y Master en Inteligencia Emocional. Directora de Coaching para Protagonistas. Comprometida con el crecimiento y bienestar de las personas.
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